El Ministerio de Agricultura plantea introducir tres hembras y un macho, siempre que el territorio lo apruebe

El lince boreal podría volver a la Vall d’Aran en cuestión de meses para controlar especies como zorros y marmotas que están causando grandes daños en la nidificación de especies protegidas como el urogallo, la perdiz blanca o la perdiz pardilla. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha planteado al Conselh Generau d’Aran reintroducir esta especie desaparecida y los alcaldes del territorio están estudiándolo sin que hasta ahora se hayan levantado voces de oposición. César Ruiz Canela, alcalde de Naut Aran, ve con buenos ojos que los cuatro primeros ejemplares se suelten en su municipio.

Y es que Porera y Pruedo, parajes de Naut Aran, serían los lugares elegidos para soltar a los cuatro primeros linces boreales, tres machos y una hembra. Todos esterilizados, así si finalmente los resultados del plan piloto no fueran positivos, habría garantías de que los felinos no se habrían reproducido.

El síndic aranés, Carles Barrera, ha entregado por escrito a los alcaldes la propuesta del Ministerio de Agricultura, que nace con la voluntad de tirar adelante solo si Aran lo ve con interés.

Que no ocurra como con el oso

“No hay nada decidido, a los alcaldes les he entregado el documento para que lo estudien”, afirma prudente Barrera. “Desde que el Ministerio lo propuso, siempre nosotros hemos sido muy respetuosos con el territorio. No queremos que ocurra como con la reintroducción del oso, que fue sí o sí. Ahora primero se plantea. Queremos que sea un acuerdo del territorio sabiendo que si no encaja se retiran los cuatro ejemplares de la prueba piloto”, asegura. La decisión está a la espera de la próxima reunión con los alcaldes, que como muy tarde se celebrará la primera semana de mayo, para comunicar una respuesta definitiva al Ministerio con la mayor brevedad.

Cuenta Barrera que el Ministerio está muy preocupado por la proliferación de depredadores sobre todo de especies protegidas sobre las que no se puede ejercer ningún control. De todos los depredadores de la escala inferior al lince, el único que es una especie cinegética y que se puede cazar en períodos hábiles de caza es el zorro. “Se trata de que haya un cierto equilibrio de las especies partiendo de la presencia otra vez del lince”, recalca.

“El lince tiene que aplicar una presión importante sobre el zorro y las martas, que son los que más influencia tienen en la nidificación en el suelo de especies protegidas como pueda ser el urogallo, la perdiz blanca o la perdiz pardilla. Todas las especies que anidan en el suelo lo están pasando mal porque ha habido proliferación de otros mamíferos”, insiste el síndic.

Un siglo sin linces

Las conversaciones entre el Conselh Generau y el Ministerio no han llegado todavía a concretar el origen de los linces que podrían llegar al valle. El lince boreal -también conocido como gatillop en el Pirineo- es un poco más grande que el lince ibérico -mide entre 80 y 130 cm de largo-, pero también suele vivir de forma solitaria y ser un eficaz cazador. El declive de esta especie en Catalunya a principios del siglo XX ha llevado prácticamente a su desaparición, empujada por causas como el exceso de caza o el retroceso de la superficie forestal, dos factores que ya no se dan en la actualidad.

Antes de la reintroducción se hará un censo de depredadores en la zona donde tenga lugar la prueba piloto y luego se hará la formalización del convenio con el municipio que acoja a los ejemplares, explica Barrera.

El alcalde de Naut Aran, César Ruiz-Canela, confirma que la propuesta ministerial apunta a su municipio, concretamente a los parajes de Porera y Pruedo. Asegura que el municipio acepta bien la iniciativa, aunque la decisión requiere -desde su punto de vista- ser firmada por todos los municipios araneses en un convenio. “Nosotros como siempre estamos de acuerdo si lo están los ganaderos y cazadores, y ellos parece que sí lo están. Los ganaderos se han pronunciado y la Sociedad de caza y pesca tomará una decisión en una reunión”, precisa Ruiz-Canela.

Implicación del territorio
La propuesta del Ministerio incluye la creación de comisiones de seguimiento con reuniones dos veces al año para analizar el proyecto, lo que garantiza la participación permanente del territorio en la prueba piloto.

En el caso hipotético de que pudiera haber alguna afectación en el ganado doméstico -ovejas y cabras- se ha establecido un sistema de indemnización inmediato con la posibilidad de reponerle el animal al propietario. El Ministerio generaría un pequeño rebaño en el territorio para poder afrontar las reposiciones. “Estamos hablando de un proyecto que pretende regular la naturaleza desde la propia naturaleza y del que todo está por hacer, no hay nada decidido”, insiste con cautela el síndic.

Información y foto La Vanguardia.es