Las obras que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) lleva a cabo para evitar vertidos de lodos y arcillas al río Valarties, que enturbian desde el mes de mayo las aguas del Garona desde Naut Aran hasta la frontera francesa, están paralizadas porque una propietaria de los terrenos prohíbe que entren las máquinas para construir un muro de contención para que acaben las filtraciones.
Las obras comenzaron el 30 de octubre pasado después de que el Conselh Generau d’Aran pidiera a la CHE una actuación de emergencia para detener los vertidos, que podrían poner en riesgo la fauna autóctona del río Garona.
El sindic d’Aran, Carlos Barrera, explicó que los operarios ya se han retirado y ahora tendrán que volver a reunirse con esta propietaria de los terrenos para explicarle los trabajos que se han de llevar a cabo. Sin embargo, Barrera advirtió que «su negativa es absolutamente rotunda» y que la titular de la finca quiere conocer quién o quiénes son los responsables de los desprendimientos que se registraron el pasado mes de mayo antes de permitir las obras.
Asimismo, Barrera apuntó que hay un canal que circula a unos setenta metros por encima de la zona donde se registró la avalancha, que ya se ha revisado para poder conocer el estado interior de la instalación y llegar a conclusiones para saber si la bolsa de agua que causó los movimientos de tierra se generó por las lluvias y el deshielo o hubo aportaciones complementarias que agravaron la situación.
El sindic d’Aran, explicó que ya están trabajando para conocer las causas de los movimientos de tierra y aseguró que, en caso de que se tenga que reclamar alguna responsabilidad, esta se exigirá.
Info y foto: Lleida.com