La reintroducción del corzo, que en los años ochenta estaba en regresión, ha tenido éxito y desde la década de los noventa, esta especie ha ido proliferando y conquistando casi todo el territorio catalán.
Según datos del Departamento de Agricultura, la población de corzo se ha multiplicado por cinco en los últimos diez años. En la Cataluña central este aumento ha puesto en alerta a los agricultores del territorio, que advierten que la presencia de estos animales es cada vez mayor y pone en peligro sus pastos y ganado.
Es el caso de Ricard Torras, de Avinyó, un agricultor que se dedica a la ganadería en extensión y que, en declaraciones a la ACN, aseguró haber perdido un 30% de la producción de forraje por culpa del corzo y el cerdo jabalí. Sin embargo, su máxima preocupación es la transmisión de enfermedades, ya que el corzo es sensible a la tuberculosis y brucelosis. “Están comiendo junto a mis vacas y, si algún día hay un contagio, tenemos mucho que perder. Si te hacen un vacío sanitario y te hacen sacrificar todos los animales, estás acabado y destruido “, lamentó.
El corzo, un ungulado de entre 15 y 30 kilogramos, se empezó a reintroducir en la década de los noventa para restaurar las poblaciones que habían desaparecido. La reintroducción funcionó bien y ahora este animal se ha extendido por casi todo el territorio catalán.
Desde el departamento de Agricultura, se calcula que actualmente hay 21.555 ejemplares en toda Cataluña. Según datos del mismo departamento, 9 de cada 10 corzos viven en los Pirineos, y más de 60% se concentra en cuatro comarcas: el Pallars Sobirà, Alt Urgell, la Cerdanya y el Valle de Aran.
Los agricultores también explican que los corzos dañan alambradas eléctricas, pero una de las cuestiones que más les preocupa, según han explicado, es la transmisión de enfermedades a su ganado, ya que el corzo es sensible a enfermedades como la tuberculosis y la brucelosis y aseguran que “si están en contacto con nuestros animales, es fácil que se contagien”
Según el Departamento de Agricultura, la presencia del corzo ya representa un 10% de los accidentes de tráfico provocados por fauna salvaje y alerta de que esta cifra seguirá creciendo en el futuro.
Para hacer frente a todas las consecuencias que está comportando este crecimiento desmedido del corzo, el Departamento de Medio Ambiente ha encargado un estudio en el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña para conocer los daños reales que provoca y cuáles son los cultivos más afectados.
El estudio, que se tendrá listo a partir del otoño, deberá servir al departamento para fijar las medidas de control necesarias a fin de buscar el equilibrio. La directora general de Montes, Montse Barniol, explicó que el Departamento de Agricultura le interesa una fauna salvaje que, en la medida de lo posible, esté controlada. Sin embargo, explicó que “hay que ser muy prudente para no tomar decisiones que, al cabo de veinte o treinta años, nos podamos arrepentir”.
Hoy por hoy, según Barniol, la medida más eficiente a corto plazo es la caza. Fruto de estas actuaciones, la temporada 2015-2016 en Cataluña se capturaron 3.531 ejemplares. Las dos temporadas anteriores, 2013-2014 y 2014-2015 se capturaron, respectivamente, 1.995 y 2.386.
Fuente: vilaweb.cat
Foto: Caza Wonke