La rider vinculada desde sus inicios al CDIA (Centro de Deportes de Invierno Adaptados) de la Val d’Aran, ha anunciado que abandona la alta competición tras ocho temporadas dedicada al snowboard de alto rendimiento.

La snowboarder catalana, que entró en la historia al convertirse en la primera española en lograr una medalla paralímpica en snowboard en Pyeongchang 2018, reconoce que desde hace un año cada vez se le hacía más difícil, sobre todo a nivel mental, todos los sacrificios que implica ser deportista de alto rendimiento.

«El snowboard me cambió la vida a mejor. Sobre todo, me ayudó a superar la amputación, pero ya no me veo en el alto rendimiento. No quiero desvincularme de este deporte, pero sí del alto rendimiento que supone vivir para él, lejos de todo el mundo, muchas horas de entrenamiento diarios, lesiones… y mi coco ya no estaba al cien por cien. Cada vez se me hacía más un mundo ir a entrenar», explica Astrid en declaraciones a MARCA.

No ha sido fácil tomar la decisión pero es algo que necesitaba porque ya no le llenaba la vida que llevaba. La gente no ve los madrugones, las jornadas interminables de entrenamiento, lo que supone ser 24 horas al día deportista de élite y los planes familiares y con amigos que lleva años perdiéndose. «Hace un año que no estoy al cien por cien mentalmente. Un día me escuché a mí misma y tomé la decisión», explica. Una decisión en la que también ha escuchado a su cuerpo. «He tenido muchas lesiones y eso también me hace pensar. El año pasado tuve muchos problemas en el muñón y también en la cadera y la espalda por la prótesis de snowboard. Me provoca dolores y eso no se ve, pero el muñón es de por vida», confiesa.

Astrid Fina consiguió en Pyeongchang 2018 la primera medalla paralímpica española en snowboard. Fue bronce en la prueba de cross en los Juegos de Corea, en los que también logró un diploma paralímpico con su sexto puesto en banked slalom. Era su segunda participación en unos Juegos Paralímpicos, ya que cuatro años antes también logró un sexto puesto en el snowboard cross de Sochi 2014, cita en la que se estrenaba el snowboard como deporte paralímpico.

Nacida en Barcelona en 1983, se inició en el snowboard en 2011, dos años después de perder el pie derecho a causa de un accidente de moto. Un año más tarde entró en el Equipo Nacional de la mano del CDIA y en 2014 ya hizo su debut en los Juegos Paralímpicos de Sochi. Desde entonces, la rider catalana ha ido progresando hasta rozar el podio en el Mundial de 2016 con un cuarto puesto en banked slalom y un quinto en cross.

En marzo del año pasado logró su último gran éxito internacional, bronce en banked slalom del Campeonato del Mundo de Snowboard Paralímpico en Finlandia.

El Comité Paralímpico Español agradece a Astrid Fina su «esfuerzo y dedicación durante estos años de logros deportivos, pero también por haberse convertido en una de las más destacadas representantes del deporte paralímpico ante la ciudadanía española, habiendo trasladado magníficamente los mensajes y valores del deporte que crean una imagen positiva de las personas con discapacidad, sirviendo de inspiración para toda la sociedad».

Astrid anuncia su retirada tras «valorar las enormes dificultades» que para ella estaba suponiendo «mantener el exigente nivel competitivo del circuito internacional, con un alto coste tanto físico como emocional».

En su comunicado de despedida, la deportista catalana agradece enormemente todo lo que su deporte ha aportado a su vida y muy especialmente a quienes han estado a su lado, desde su entorno más cercano (familia y equipo técnico, con Albert Mallol al frente), hasta las instituciones como la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física, el Comité Paralímpico Español, el Consejo Superior de Deportes y los patrocinadores del Plan ADOP.