El gobierno del Conselh Generau d’Aran, que ha confirmado la detención, ha preferido no pronunciarse sobre el tema ya que el caso se encuentra bajo secreto de sumario.

Según ha podido saber TV3 los Mossos d’Esquadra han detenido a un agente de medio ambiente del gobierno aranés presuntamente vinculado con la muerte del oso Cachou. El caso continúa bajo secreto de sumario por orden de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de Vielha.

El miércoles por la tarde los Mossos d’Esquadra detuvieron a un funcionario del gobierno aranés, un agente de Medio Ambiente, por su presunta vinculación con la muerte del oso Cachou.

El gobierno del Conselh Generau d’Aran, que confirma la detención, ha preferido no pronunciarse sobre el tema ya que el caso se encuentra bajo secreto de sumario.

La localización del cadáver del plantígrado, el pasado 9 de abril en una zona de difícil acceso del bosque de Soberpera, en Les, parecía llevar a un simple caso de muerte accidental. Una primera versión preliminar difundida por el Conselh Generau d’Aran el 14 de abril, indicaba que “los primeros resultados de la necropsia del oso Cachou que, junto con el acta de recogida del cadáver, han permitido verificar de manera preliminar una agresión producida muy probablemente por otro oso y una caída de unos 40 metros por un terreno muy abrupto”, pero grupos ecologistas reclamaron información sobre el caso indicando que varios de los datos facilitados por el organismo público aranés y algunas de las fotos del animal muerto no parecían corresponder a los de una muerte por accidente, dejando abierta la posibilidad de que este ejemplar hubiera muerto por envenenamiento.

La actividad depredadora de Cachou sobre ganado en los últimos tiempos en la Val d’Aran y Pallars Sobirà había provocado diversas acciones de protesta por parte de ganaderos, con el apoyo de autoridades locales y comarcales hasta el punto de reclamar en diversas ocasiones la captura y retirada de este ejemplar.

Por su parte, varias organizaciones ambientalistas, entre ellas Ipcena, dudaron desde un primer momento de la versión ofrecida por el Conselh Generau d’Aran, apuntando a un posible envenenamiento en lugar de la versión sobre el ataque de otro oso y una caída de 40 metros. Para los ecologistas “no es creíble ni tiene ninguna base técnica” afirmar que el oso ha luchado con otro oso, fundamentalmente porque en cualquier enfrentamiento las principales agresiones se dirigen a la cabeza, que con las grandes garras y también los mordiscos, producen heridas en el rostro, orejas y morro, “que no es el caso, dado el buen estado del rostro en el momento de ser encontrado el cuerpo por los agentes rurales” afirmaban en su momento.

El juzgado, que sigue teniendo la causa bajo secreto de sumario, pidió a la Universidad Autónoma de Barcelona que hiciera una necropsia al animal para saber la causa de la muerte, por ejemplo si había restos de veneno.

Info: 324.cat/ Fàtima Llambrich/Jovita Ané/Aran Notícies