El ministro Albares insiste ante su homólogo Le Drian en que París cumpla con el tratado de Schengen.

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha pedido este lunes a Francia que “reabra los pasos fronterizos” todavía cerrados –más de una decena- entre los dos países y ha insistido “en la necesidad de garantizar la integridad del espacio Schengen”. La solicitud se ha hecho en la primera visita oficial a Francia de Albares como ministro –antes de incorporarse al Gobierno era embajador en París-, en la que se ha entrevistado con su homólogo, Jean-Yves Le Drian, en el Quai d’Orsay.

El cierre de pasos fronterizos desde principios de este año, en el País Vasco, Navarra y Catalunya, creó malestar en España porque altera la vida y las costumbres habituales de la población local, amén de generar desconfianza mutua. El Gobierno francés lo justificó por la necesidad de frenar el flujo de inmigrantes irregulares y de evitar la infiltración de terroristas y el tráfico de drogas. El presidente Emmanuel Macron realizó en noviembre del 2020 una simbólica e inesperada visita a la frontera, en los Pirineos catalanes, para poner el foco en la urgencia de reforzar el control. No hubo ninguna autoridad española invitada.

En el Valle de Aran, recientemente el gobierno aranés y los representantes de la Communauté de Communes Pyrénées Haut Garonnaises reclamaron conjuntamente la necesidad de la reapertura de la frontera del Portilhon, cerrada el pasado mes de enero de forma unilateral por parte del Estado Francés. La reclamación se hizo durante los actos de celebración del tratado de Lies e Patzeries.

En este sentido, la síndica de Aran, María Vergés, volvía a reclamar: “desde el Conselh Generau entendemos que, en el marco actual de la Unión Europea y sobre todo dentro del espacio Schengen, este cierre de la frontera es insostenible y grave para el derecho a la movilidad y libre circulación de los ciudadanos miembros de la UE” y añadía: “el Portilhon es un paso muy importante para los habitantes de Aran y del territorio de Comminges, y especialmente para las poblaciones de Bossòst y Luchon, que necesitan esta vía para complementar servicios comerciales, sanitarios, deportivos o educativos, entre otros, y es urgente recuperar su dinámica de cooperación y vecindad”.

Info: La Vanguardia / Aran Notícies