El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, quiere prohibir Generación Identitaria (GI), un grupo radical antiinmigrantes que hace poco se desplegó pacíficamente, durante tres días, en el paso fronterizo del puerto del Portilhon, que comunica la Val d’Aran con Francia.

Darmanin se mostró escandalizado por unos militantes que, según él, realizan “un trabajo de zapa de la República”.

En paralelo al ministro, el fiscal de Saint-Gaudens, en el departamento de la Haute Garonne, abrió una investigación contra GI por si el contenido de sus pancartas y banderolas constituyera un delito de incitación al odio racial.

Generación Identitaria escogió el puerto del Portilhon por ser uno de los pasos fronterizos en los Pirineos, cuyo cierre anunció el Gobierno francés hace unas semanas por alto riesgo de amenaza terrorista. El propio presidente de la República, Emmanuel Macron, en un hecho sin precedentes, estuvo en El Voló en noviembre pasado para explicar el reforzamiento de los controles.

GI tomó la palabra a su presidente y al Gobierno y se presentó en el Portilhon con una treintena de militantes ataviados con anoraks y gorras azules, y vehículos con la consigna “Defended Europa” en el capó.

Según indicó a La Vanguardia Jérémie Piano, portavoz de GI, durante la acción, que se prolongó del 18 al 20 de enero, no vieron a gendarmes ni policías que verificaran el cierre de la frontera.

GI se fundó en el 2012. Asegura contar con 3.500 afiliados en Francia, el país matriz, y también tiene militantes en Alemania, Hungría, Dinamarca y Austria. Se sienten próximos a Matteo Salvini, líder de la Liga italiana y exministro del Interior. Piano rechazó la etiqueta de extrema derecha. “Somos un Greenpeace de derechas”, dijo el portavoz, quien negó cualquier veleidad violenta.

En su página web, GI deja muy clara su actitud radical contra la inmigración extraeuropea. Lamenta que: “haya millones de franceses administrativos, que no son ni franceses de sangre ni tampoco de corazón”. La solución que proponen es que “con calma, serenamente y seriamente, una gran parte de estos inmigrantes vuelvan a su patria, es decir, a la tierra de sus padres”. Ese gran retorno es, para ellos, la única alternativa al “gran reemplazamiento (de población)” que ha habido en los últimos decenios en Europa.

El símbolo de Generación Identitaria es la letra griega lambda (λ), una evocación del combate de los griegos contra los invasores persas, lo que les hace verse como la primera línea de resistencia y un movimiento creativo, orgulloso, insolente y rebelde.

Desde que nació, GI ha protagonizado algunas acciones muy mediáticas, como la ocupación de las obras de la mezquita de Poitiers, en octubre del 2012, patrullas “antidelincuencia” y de autodefensa en el metro de París, Lyon y otras ciudades, y una acción, similar a la efectuada en el Portilhon, en los Alpes, en la frontera con Italia, en el 2018.

Info: La Vanguardia