El próximo jueves 9 de junio, el Archivo General d’Aran, ubicado en Arrós, en la Calle Major, s/n, abre sus puertas a todos los vecinos y visitantes de la Val d’Aran que quieran conocer y visitar la muestra de Documentos sobre los 25 años de la Reinstauración del Conselh Generau d’Aran (1991 – 2016).
Las visitas son gratuitas y guiadas, en horario de 12.00 horas por la mañana y a las 18.00 horas por la tarde.
La Val d’Aran (Valle de Arán en castellano, Val d’Aran oficialmente según su denominación en aranés) con 600 kilómetros cuadrados y 10.000 habitantes está situada, en plenas montañas pirenaicas, en el punto de encuentro de Occitania y Cataluña. Las emociones del Arán se desarrollan entre su alma occitana y su espíritu catalán.
El aranés, su lengua, es una variedad de la lengua de los trovadores, aquélla que, de forma mágica, en la edad media, sorprendió a toda la sociedad y que, durante siglos, ha sido un referente de civilización, de cultura, de madurez y de intelectualidad. Una lengua que ha disfrutado del Premio Nobel Frederic Mistral y que todavía hoy sigue produciendo una literatura de calidad traducida a todas las lenguas del mundo.
En 1313 una diputación de hombres del Arán fue a Lérida a prestar juramento de fidelidad a Jaime II de Aragón. El rey ratificó los privilegios de la Val d’Aran, que eran recordados desde tiempos inmemoriales, en el conocido documento de Era Querimònia. En este documento el Rey reconocía en el Arán toda una serie de privilegios en el aprovechamiento de las propiedades públicas, en la vida social, en su organización y le aseguró una administración exclusiva, separada de Aragón. El Arán inició un proceso de adhesión a Cataluña. Alfonso el Benigno autorizó en la Val d’Aran la moneda de Barcelona, en 1328. Más tarde, en 1381, Pedro el Ceremonioso se comprometió a no separar nunca más el Arán de Cataluña y del condado de Barcelona. El carácter pactista de las instituciones catalanas gustaba e interesaba en el Arán.
En la Guerra de Sucesión a la corona de España, al principio del siglo XVIII, el Arán luchó al lado de Cataluña, en favor de Carlos III de Austria, motivo por el cual fue duramente castigada. El bando minoritario, del Barón de Les, tomó partido por Felipe V, que al ser vencedor lo nombró gobernador del Arán, posición desde la cual pudo aplicar sus venganzas.
A lo largo de su historia, hay que destacar el sentimiento de autonomía y de propiedad del territorio que acompaña a los araneses. La montaña y el aislamiento condicionaron la necesidad de firmar y cumplir acuerdos con los vecinos. Hay que recordar que los Tratados conocidos con el nombre de Lies e Patzeries, renovados a lo largo de 500 años, se instauraron a pesar de las políticas estatales. Con los otros valles de los Pirineos, los araneses acordaban compartir los pastos y mantener la paz de vecindad entre ellos.
La relación norte-sur a través de los Pirineos ha sido una constante que sufrió una dura represión culminada en 1213 con la Batalla de Murèth (localidad en el sur de Toulouse), donde las tropas francesas, con la ayuda de cruzados, vencieron una coalición catalano-occitana. Las tropas francesas con la participación de la iglesia de Roma iniciaron un proceso de represión contra la herejía cátara que se había instaurado en Occitania, que en realidad acabó siendo un proceso de anexión y de persecución.
El territorio lingüístico de Occitania ocupa unos 200.000 kilómetros cuadrados, la mayor parte en el estado francés y tiene en torno a 16 millones de personas. Hay una parte de Occitania, con 180.000 personas, en los valles alpinos del Piamonte italiano.
El aranés es la lengua vehicular de todas las escuelas de la Val d’Aran y todos los niños del Arán aprenden la lectoescritura en occitano sin ninguna dificultad, existiendo una serena paz lingüística.
El aranés también es muy presente en la administración, en los plenos municipales, en toda la actividad del Conselh Generau de Arán, en la señalización, donde es la lengua exclusiva en la toponimia, y, con menor presencia, también se hace visible en los medios de comunicación con algunos programas de radio y de televisión.
El Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1979 reconocía la necesidad de potenciar al aranés y de recuperar sus instituciones históricas. En 1991, mediante una Ley del Parlamento de Cataluña, se recuperó el Conselh Generau de Arán a semblanza de cómo había estado esta institución a lo largo de la historia. En la misma ley, el aranés, variedad de la lengua occitana, es declarado lengua oficial y propia en la Val d’Aran y se encomienda al Conselh Generau de Arán su competencia. Es la primera vez en la historia que la lengua occitana se declara oficial.
En el 2006, en la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña, la lengua occitana, denominada aranés en el Arán, fue declarada lengua oficial en toda Cataluña.
En el mismo proceso de declaración de la oficialidad de la lengua occitana, el Parlamento de Cataluña aprobó que el Arán es «una realidad nacional occitana». Cataluña mostraba nuevamente una especial sensibilidad hacia este pequeño pueblo y su personalidad. Desgraciadamente esta declaración no pasó el filtro del Congreso de los Diputados español. Cataluña volvía, nuevamente, a mostrar en el mundo su psicología social de la identidad. Finalmente, en el Estatuto, quedó sólo la declaración del Arán como «realidad occitana». Quedaba suprimida pues la consideración de «nacional».
Con el fin de desarrollar la oficialidad que marcaba el Estatuto, el año 2010, el Parlamento aprobó la ley del occitano, aranés en el Arán, que mostraba los derechos y deberes, las percepciones y las interpretaciones respecto de la lengua propia de los araneses. Como consecuencia del desarrollo de esta ley, el mes de enero del 2014, el Gobierno de la Generalitat de Catalunya promulgó el Decreto que impulsaba la Academia de la Lengua Occitana, en el Institut d’Estudis Aranesi, única institución de estas características que tiene reconocida la autoridad lingüística sobre el occitano.
Con estas consideraciones, podemos asegurar que Occitania vive en Cataluña, vive en el Arán. Cataluña es la parte exitosa de Occitania.
Conselh Generau d’Aran
En el Arán, se ha recuperado una vieja institución, documentada desde la edad media, el Conselh Generau de Aran (Consejo General de Arán), para ser la forma de gobierno propio que tiene que tener como competencia básica el fomento y promoción de la lengua propia de Arán. El Conselh Generau de Aran, recuperando su tradición histórica, está constituido por trece consejeros escogidos, en elección directa, por cada uno de los seis Terçons, divisiones administrativas históricas. Entre los trece consejeros escogen el Sindic de Aran, que es el Presidente.
Conclusión
A pesar del descalabro de Murèth, a pesar de dificultades en que la lengua occitana se encuentra en el norte de los Pirineos, a pesar de que la lengua castellana consigue desplazar al aranés en los usos habituales, las relaciones naturales entre Cataluña y Occitania han sido una constante.
La conciencia de la lengua occitana es, en estos momentos, un valor extendido en toda Cataluña.
Fuente: DIPLOCAT.CAT