Eric España, ganadero de Salardú, en Naut Aran, afirma en una entrevista publicada por Viure als Pirineus, que este año esta siendo el peor en lo que respecta a los ataques a ganado desde la reintroducción de oso en 1996.
Desde el pasado mes de mayo, Eric España ha registrado 30 ataques con un resultado de 50 ovejas muertas localizadas, además de los dos mastines que vigilaban los rebaños también muertos.
Asegura que cobrará indemnizaciones que oscilan entre los 80 y los 110 euros en función de la edad y la raza, la oveja aranesa tiene una protección oficial especial al encontrarse en peligro de extinción, cuando una oveja bien indemnizada debería de pagarse a 500 euros ya que un ganadero pierde la producción de tres años y la reposición del animal, según España.
El ganadero indicó que uno de los últimos ataques se ha registrado en la zona de la Bonaigua y ha afectado a un rebaño de un pastor de la Agrupació de Ramats d’Alt Àneu, en el Sobirà. En ese ataque la presencia de mastines tampoco fue efectiva.
Desde el pasado mes de mayo, Eric España ha registrado 30 ataques con un resultado de 50 ovejas muertas localizadas, además de los dos mastines que vigilaban los rebaños también muertos
El ganadero Eric España reconoce en dicha entrevista que no cierra el rebaño con hilo eléctrico por la noche porque no está de acuerdo con la imposición de esta medida por parte del programa Piroslife.
Por su parte, el departmento de Territorio y Sostenibilidad asegura que no ha habido ataques de oso a rebaños protegidos y que el número de bajas cuando se aplican medidas de protección son pocas. Incide en que en Aran hay unas 10.000 ovejas de las que 8.000 están agrupadas en rebaños protegidos y no han sufrido ningún ataque.
Por otra parte, fuentes de la conselleria remarcan que no tienen constancia de la muerta de ningún mastín y hacen hincapié en que los ejemplares muertos se pagan a 115 euros, llegando a los 143,75 en el caso de que sea una oveja de raza aranesa.
Info: Viure als Pirineus/ACN
Foto: Viure als Pirineus/Aran Nau