Editado en 1963 por primera vez, es obra de Hergé y constituye un curioso divertimento que se desmarca de lo habitual en los álbumes de Tintín.

Ayer se presentó en el Palau Moja de Barcelona el primer comic
traducido íntegramente al aranés «Es jòies dera Castafiòre«, por la Associacion Es Paums de Vilamòs, de la serie de Las Aventuras de Tíntín.

Al acto de presentación acudieron, Tònho Castet, traductor de la Associacion Es Paums de Vilamòs, Esther Franquesa, Directora General Política lingüística de la Generalitat de Catalunya,
Vicenç Sanchis, Director de TV3, Ana Zendrera, de la Editorial Zephyrum y Albert Mestres, Editor.

Su presentación en Aran se llevará a cabo dentro de los actos previstos en el programa de Pyrenades de Salardú, el próximo martes 16 de abril, a las 20.00 horas, en el Pyrenmusèu de la capital del Naut Aran.

«Es jòies dera Castafiòre» es el vigésimo primer álbum que escribió y dibujó el belga Georges Remi (Hergé) y que fue publicado en 1963, de la serie Las Aventuras de Tintín.

El argumento del mismo se desarrolla mientras el Capitán Haddock descansa en el Castillo de Moulinsart y recibe dos cartas, la primera, de Tchang Tchong Yen y le dice que con los cuidados que le han dado en Londres está mejor, y la segunda de Bianca Castafiore que «se invita» a ella, a su camarera Irma, y a su pianista Wagner al Castillo de Moulinsart. El Capitán Haddock decide marcharse a Italia, pero una mala fortuna le provoca un esguince y tiene que aguantar a la Castafiore en silla de ruedas. A la vez Haddock quiere ayudar a un pueblo gitano que habita cerca del castillo. La diva debe tener mucho cuidado con sus joyas y provoca falsas alarmas por las noches pensando que han desaparecido. Un día vienen periodistas de la revista Paris Flash a hacer un reportaje, y un malentendido entre estos y el Profesor Tornasol hace ver que Haddock se va a casar con la Castafiore, y sus mejores amigos no dudan en felicirtale.

Tras aclarar la confusión, entran a Moulinsart periodistas de todo tipo para hacer un reportaje con la diva, pero ella piere las joyas en medio del programa y avisan a los detectives Hernández y Fernández. Pero ella encuentra las joyas y los policías se lo toman mal, pero a Tintín le sigue intrigado la misteriosa huída de un fotógrafo del reportaje en medio del programa.

Más tarde desaparecen las joyas de nuevo, y esta vez parece ser verdad. Los policías sospechan de los gitanos de haber cometido el robo. El capitán se alegra un montón, pues no solo se ha recuperado del esguince, sino que la Castafiore le anuncia que se va.

Para finalizar, con la Castafiore en Italia, Tintín descubre que el robo lo ha cometido una urraca y le devuelven las joyas a la Castafiore.