El sindic d’Aran, Carlos Barrera, ha presentado a los alcaldes del Valle de Aran y de la Alta Ribagorza el estudio encargado por el Conselh Generau d’Aran de mejoras urgentes a realizar en la carretera N-230 para mejorar la seguridad vial en el tramo que va desde el Pas de Aran hasta la Boca Sur del Túnel de Vielha.

A la reunión convocada por el sindic d’Aran, ha asistido el presidente del Consejo Comarcal de la Alta Ribagorza, Josep Lluís Farrero, junto con la alcaldesa de Vilaller María José Erta y otros representantes de municipios de la comarca, y los alcaldes de Vielha, Juan Antonio Serrano, de Bossòst, Amador Marqués, de Les Emilio Medan y de Es Bordes, Francesc Medan.

El sindic d’Aran, Carlos Barrera, explicó que el estudio se ha encargado fundamentalmente para mejorar la seguridad vial y para tratar de reducir el número de accidentes. Para potenciar los puntos de tercer carril para adelantamientos que pueden ser reversibles, para facilitar la circulación tanto de entrada como de salida al Valle de Aran, sobre todo en los fines de semana y en temporada de invierno. Barrera añadió que el estudio, con un presupuesto de 90 millones de euros, proyecta la construcción además, de dos viaductos en el tramo del pantano de Escales, la mejora de los radios de las curvas más peligrosas para evitar la siniestralidad sobre todo del transporte pesado y mejorar la seguridad de los turismos.

En este estudio se ha realizado un análisis del estado actual de esta carretera y de la siniestralidad de la misma, utilizando los parámetros empleados por el Ministerio de Fomento, en cuanto a anchos, arcenes y radios de curvas y priorizando sobre todo el hecho de ser muy cuidadosos con el impacto ambiental y paisajístico.

Todas las propuestas de mejora del trazado de la N-230 se hacen optimizando los tramos de carretera de orografía más plana, para que estas actuaciones tengan un coste asumible y teniendo en cuenta la IMD (intensidad media diaria de tráfico) tanto de vehículos de transporte pesado como de turismos.

El proyecto se ha elaborado además haciendo el análisis de los puntos negros donde hay más frecuencia de accidentes y haciendo una estimación del crecimiento exponencial del transporte de mercancías por la N-230 en los próximos 10 años, para asegurar que este incremento no represente en principio un aumento desmesurado de la peligrosidad.

La propuesta contempla la construcción de 13 km de tercer carril de adelantamiento que podría ser reversible, únicamente para turismos, en las zonas de orografía más favorable, para dotar de mayor seguridad los adelantamientos, teniendo en cuenta que los tramos de adelantamiento actuales son absolutamente insuficientes en relación al transporte pesado que absorbe diariamente la N-230.

También se propone mejorar alguno de los tramos muy peligrosos de curvas, en la zona del pantano de Escales, concretamente en el antiguo pueblo de Aulet y también mejorar el radio de las curvas más peligrosas.

El proyecto también incorpora la construcción de rotondas en los cruces más peligrosos, la de conexión de la N-230 con la N-260, y el cruce de la carretera del Valle de Boí.

El presupuesto de estas actuaciones según este estudio es de 90 millones de euros.

Los alcaldes del Valle de Aran y de la Alta Ribagorza han valorado muy favorablemente este estudio, ya que han dicho, se trata de un proyecto adecuado a las necesidades del territorio.

El sindic d’Aran, Carlos Barrera, explicó finalmente que el siguiente paso será pedir la convocatoria de una nueva reunión con los presidentes de las Diputaciones de Lleida y Huesca y de todos los alcaldes de las poblaciones que cruza la N-230, para dar traslado del estudio al Ministerio de Fomento. Barrera, ha añadido que el estudio del Conselh Generau d’Aran es totalmente compatible y complementario con el proyecto que actualmente está redactando el propio Ministerio.