El 5 de diciembre, Francia ha convocado una huelga general y nacional en protesta por la rebaja de las pensiones y las reformas del Gobierno de Emmanuel Macron. La amplia huelga anunciada, sobre todo en los transportes públicos, amenaza con perturbar de manera grave la vida colectiva.

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Además de la compañía nacional de ferrocarriles (SNCF), están llamados a la huelga los empleados de la red de transporte público de la región parisina (RATP), los maestros, funcionarios municipales, departamentales y regionales, empleados del sector energético y de refinerías, personal de tierra de Air France y otros sectores.

El paro en transportes públicos, enseñanza y otros sectores amenaza con bloquear el país vecino este jueves

La movilización podría afectar el transporte público, así como el tráfico en las carreteras si los transportistas organizan operaciones de marchas lentas y bloqueos que podrían afectar a los accesos al Valle de Aran desde las carreteras y autopistas que lo comunican con el país vecino. Hay que tener en cuenta que muchos visitantes del sur de Francia y del País Vasco acceden a la Val d’Aran a través de carreteras y autopistas francesas.


Imagen: (ERIC GAILLARD/Reuters)

Se espera que la huelga tenga también efectos en los transportes públicos fuera de París, en los controladores aéreos, taxis y servicios de ambulancias. Los policías también protestarán, así como el personal sanitario, que está en huelga desde hace meses. Los chalecos amarillos han anunciado movilizaciones.

Ya sea de modo directo o indirecto, el país entero puede sufrir sus consecuencias. En algunos casos, como la SNCF y la RATP, la convocatoria de paro es indefinida.

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Foto: La Vanguardia/(ERIC GAILLARD/Reuters)