La medida, sin precedentes en España, impide difundir datos sobre la necropsia y los análisis toxicológicos del animal.

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de Vielha, la juez Mónica Gutiérrez Palacios, ha decido ampliar el secreto de sumario, en vigor inicialmente durante 30 días, según informa La Vanguardia de fuentes oficiales del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).

Cuando han pasado dos meses de la muerte de Cachou y cumplidos los 30 días preceptivos desde la primera orden de secreto de sumario, la juez ha decido aplicar una prórroga en este procedimiento excepcional, de momento sin que se conozca el plazo de esta ampliación.

“La causa sigue declarada secreta mientras se hacen investigaciones”, han indicado las fuentes judiciales consultadas a La Vanguardia. Una portavoz del Conselh Generau d’Aran ha comunicado a este medio que el caso Cachou sigue afectado por el secreto sumarial. Así, por el momento, ni las partes afectadas ni los medios de comunicación pueden conocer el estado de las investigaciones ni los resultados de la necropsia y las pruebas toxicológicas realizadas al cuerpo del animal.

La investigación en el caso de Cachou, se ha visto afectada por las limitaciones impuestas por el estado de alarma sanitaria por la Covid-19, que habrían retrasado algunas pruebas, testimonios o actuaciones de la policía judicial.

La localización del cadáver del plantígrado, el pasado 9 de abril en una zona de difícil acceso del bosque de Soberpera, en Les, parecía llevar a un simple caso de muerte accidental. Una primera versión preliminar difundida por el Conselh Generau d’Aran el 14 de abril, indicaba que “los primeros resultados de la necropsia del oso Cachou que, junto con el acta de recogida del cadáver, han permitido verificar de manera preliminar una agresión producida muy probablemente por otro oso y una caída de unos 40 metros por un terreno muy abrupto”, pero grupos ecologistas reclamaron información sobre el caso indicando que varios de los datos facilitados por el organismo público aranés y algunas de las fotos del animal muerto no parecían corresponder a los de una muerte por accidente, dejando abierta la posibilidad de que este ejemplar hubiera muerto por envenenamiento.

La actividad depredadora de Cachou sobre ganado en los últimos tiempos en la Val d’Aran y Pallars Sobirà había provocado diversas acciones de protesta por parte de ganaderos, con el apoyo de autoridades locales y comarcales hasta el punto de reclamar en diversas ocasiones la captura y retirada de este ejemplar.

Paralelamente, el pasado 9 de junio el Gobierno francés informó de la muerte por disparos de arma de fuego de un oso pardo en una zona boscosa en Ariège, Francia, a pocos kilómetros de la frontera con el Valle de Aran.

La organización ecologista Sea Shepard France ofrece una recompensa de 30.000 euros a la persona o entidad que facilite información suficiente para descubrir y llevar ante la justicia al autor o autores de los disparos. La cantidad que en un principio era de 10.000 euros se ha triplicado gracias a donaciones anónimas de los últimos días para favorecer la investigación sobre la muerte del animal.

Info: La Vanguardia/Diari Segre/Aran Notícies