El oso Goiat, un ejemplar esloveno que la Generalitat reintrodujo en el Pirineo en 2016, se considera oficialmente muerto tras dos años sin avistamientos ni indicios de su presencia. Así consta en el informe anual que ha publicado este mes la red del oso pardo, que engloba a las administraciones pirenaicas a ambos lados de la frontera, entre ellas la Generalitat de Catalunya y el Conselh Generau d’Aran.

El documento apunta que Goiat fue visto por última vez el 25 de abril de 2022 y valora que “un macho adulto como este, habitualmente muy activo, difícilmente puede pasar inadvertido más de un año”.

Foto: Oso Goiat / Conselh Generau d’Aran

Goiat fue objeto de protestas de ganaderos al protagonizar numerosas predaciones a ganado en la Val d’Aran y en el Pirineo aragonés. El carácter depredador de este oso y de Cachou (que murió envenenado en Les en abril de 2020) propició la aprobación del protocolo español de acción ante osos conflictivos, cuyas medidas abarcan desde ahuyentarlos hasta sacrificarlos. Esto último nunca se ha hecho hasta ahora.

Foto: Liberación de Goiat / Conselh Generau d’Aran

El Conselh Generau d’Aran informó que el 15 de octubre de 2020, el oso Goiat perdió el collar GPS que permitía conocer su localización. El collar fue localizado en la comarca de la Ribagorza aragonesa, en un lugar de difícil acceso donde se encontraba el lecho en el que el oso había descansado durante el día.

Foto: Collar de seguimiento GPS oso Goiat / Conselh Generau d’Aran

El informe apunta la existencia de al menos una hembra hija de Goiat, que fue reintroducido precisamente, para aumentar la variedad genética de la población de osos en el Pirineo, casi todos descendientes del macho Pyros y que asciende a más de 80 ejemplares.

Info: Grupo de Seguimiento Transfronterizo del Oso pardo en el Pirineo

Fotos: Conselh Generau d’Aran